miércoles, 29 de abril de 2009


Con el vagón del metro a reventar –como de costumbre!-, peleando contra el insoportable calor primaveral, además, usando el siempre agradable tapabocas , justo en medio del trayecto entre las estaciones Revolución e Hidalgo , me es inevitable observar a un hombre que frente al resto de los usuarios emana un raro olor corporal, aparte, se rasca la entrepierna, como si esta acción fuera algo equivalente a alguna obra maestra de Dalí ó al mejor poema de Benedetti, entonces, lo peor estaba por venir!, pues poco antes de llegar a Hidalgo, el Macho Alfa de quien les hablo, estornuda sin taparse la boca, organizando al momento un bautizo comunal entre todos los presentes, seguido a esto, me es inevitable recordar la epidemia de gripe porcina que me obligaba a no saludar de beso y mano a mis conocidos, pues lo que acababa de experimentar me podía convertir en un portador potencial, así que hoy escribiré acerca de las consecuencias económicas que se desprenden de este fenómeno.

Economía insalubre

Semanas atrás México ha estado en el ojo internacional, desde que la revista The economist* publicara en su edición del 5 de marzo un articulo relacionado con el narcotráfico en este país, también, la revista Forbes coloco al “Chapo” Guzmán** dentro de su la lista de millonarios, ahora con el virus de la gripe porcina la BBC ha llamado a este mal “El Virus de México”, con estas notas periodísticas referentes al país de las tlayudas, los gobiernos de Italia, Canadá, EU, Alemania, España y muchos más han “recomendado”o a su población evitar visitar México; Entonces si el turismo es una parte importante de los ingresos del país, lo anterior, se puede traducir en que esta actividad decaerá y la dinámica económica en los destinos turísticos se detendrá, ocasionando con esto que el empleo baje ,–debido a que no habrá visitantes-, las familias, por su parte solo consumirán lo estrictamente necesario, –por que no habrá salarios-, debido a esta baja del consumo no habrá recaudación de impuestos, impactando directamente en el gasto público, donde, se reducirá la contratación de empresas privadas que trabajen para el estado, ocasionando desempleo indirecto de muchas otras personas más y repitiendo esta cadena en varios lugares más.
Los restaurantes disminuyeron su número de visitantes en un 70%, debido a que otra de las indicaciones, es no visitar lugares concurridos, produciendo esto una baja significativa en las propinas que dejaron de percibir los meseros e
impactando en su economía familiar, debido a que la gente debe evitar aglomeraciones, se han suspendido espectáculos en el área metropolitana, consecuentemente, la derrama económica que se desprende de estas actividades se encuentra estancada, por ejemplo, si a ti te agrada el Tri?, no tienes mayor problema, porque accesar a ese grupo es relativamente fácil, pero si te gusta Metallica, puede ser que el costo sea mucho mayor, debido a que este grupo se tardo casi 10 años en regresar a México y aun que tu tengas boleto en mano, puede estar en riesgo la cancelación de este evento, debido a que estas epidemias suelen tener un segundo o tercer brote, entonces las esperanzas de que esta agrupación regrese se reducen a un promedio de 8 años,- si tomamos en cuenta que la primer visita fue en el año 1993 y la segunda en 1999- , el costo de esto se centrara en tu malestar y una comisión que deberás pagar a Ticketmaster, aun que el evento se cancele, - sin querer salar el evento, claro!-. Por parte de los espectáculos deportivos, observamos que la jornada de futbol soccer se llevara a cabo a puerta cerrada, esto significa que la taquilla va a representar un gran golpe económico para la gente que depende de este deporte.
El Banco de México anuncia un retroceso en la Economía de 4.8%*** para el cierre de este año, esta noticia es un golpe letal y en medio de malas noticias y la espera de una vacuna milagrosa, lo único que me queda es pagar a muy caro el costo de mi existencia en este país… y seguir viajando en metro, claro!-.

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lunes, 13 de abril de 2009


Costos
A una cuadra de la playa, el calor era tan insoportable que provocaba que las bermudas se adhirieran a mi sudoroso trasero, aparte, una brisa llena de polvo pegaba contra mi rostro, el viento provenía de una calle sin pavimentar, -calculo que esta calle seguirá así al menos por unos 5 ó 10 años más-,justo ahí, se desarrolla esta historia, en medio del todo y la nada, nos encontrábamos 6 jóvenes en un paraje eternamente olvidado del Golfo de México, bajo el mando de una persona que simplemente llamare “compleja”.
Partiendo de la idea de que en
este país no hay nada mejor que el aspirar a ayudar a la gente, nosotros 6 nos enlistamos dentro de una brigada de alguna institución muy popular, un equipo que iba a desarrollar un proyecto de turismo, simplemente, decidimos tomar el camino para sentir la mirada de la gente, y poner el grano de arena que nos corresponde en este decaído país.
Después de un viaje de alrededor de 10 horas llegamos a pasar la primer noche en ese lugar, donde, inicialmente se requería de especialistas en Biología, Sistemas Ambientales, en Turismo, Arquitectura y en Economía. En esa misma noche, me di cuenta, de que lo que inicialmente íbamos a hacer, no era lo que el lugar necesitaba, -pues un proyecto de turismo dista mucho de un programa de urbanización-, entonces, empecé a pensar en el costo de esta brigada, y cuando hablo del costo, me refiero al costo económico, costo de credibilidad, costo social y costo de calidad.
El costo económico fue grande, debido a que durante 8 días nos mantuvo la comunidad – modestamente y de acuerdo a sus posibilidades-, así que haciendo cálculos se podría decir que formamos parte de una gran esfuerzo y trabajo en colectivo - espero que algún día el trabajo de esta gente se vea recompensado, a pesar de tener 8 años cargando este yugo, o sea 8 años desde que inició este proyecto-, y calculo que el gasto podría ser equivalente o menor al pago de los servicios de una consultoría externa, pues después de 8 pesados años y pensando en números, el costo monetario es sumamente alto, debido a que si calculamos el costo de una semana manteniendo a una brigada de 6 personas en este lugar obtendremos la cantidad de $5,000, si lo multiplicamos por 3- que serían las veces que se visita al año este lugar- nos dan $15,000 y si esto lo multiplicamos por 8 –que son los años que lleva este proyecto-, nos da la nada despreciable cantidad de $120,000,- sin tomar en cuenta que algunas veces los periodos han sido mayores -; realmente hay una inversión muy alta y la tasa de retorno aun no se vislumbra por algún lado.
El costo de credibilidad me parece que se basa en el manejo de la esperanza, y estos deseos, no son más que el alimento de la necesidad de tener simplemente lo necesario, lo indispensable y lo que requiere cualquier ser humano para desarrollarse en este planeta. Ese sentimiento es el que los mantiene – y los mantendrá- esperando de pie.
El costo social, en este momento es favorable para la escuela, pero es ahí donde se vive una doble moral de parte de los encargados de estos proyectos, ellos podrían presumir de los resultados –…aun que no sepan nada del trabajo que realizó el equipo a su cargo!-, asimismo intentando ser un poco objetivo, nos podríamos preguntar; ¿De verdad sirve un proyecto que lleva 8 años de trabajo y no ha arrojado resultado alguno?
El costo de calidad, podría ser como un voto de confianza a favor de los desarrolladores, pero; ¿En qué resultados nos podríamos basar?, y cómo podríamos definir el concepto de “calidad”, lo definiríamos tomando en cuenta, el tiempo?, el dinero invertido?, o los resultados arrojados durante 8 años?, de cualquier manera o tomando en cuenta todos estos factores el resultado no sería alentador.
Entonces, si un voluntario sabe lo que está bien ó mal dentro de este tipo de programas, seguramente los responsables de las áreas lo sabrán también, no pude ser posible que esto siga sucediendo,” porque la crisis me parece que no está viniendo de fuera”, solo la estimulamos más y más con toda una serie de vicios, gastos y excesos institucionales, ocasionados por trabajadores de bajo perfil –burócratas de todo nivel-, y muchas veces por los mismos lugareños que no exigen los resultados de manera oportuna, y son ellos para quienes principalmente se realizan este tipo de proyectos.
Lo rescatable de todo esto es el empeño y la buena voluntad de los que asistieron como parte de esta brigada de apoyo a comunidades de bajos recursos, pues sin la existencia de estos jóvenes, este tiempo solo hubiera sido gris, aunque el costo, puede ser muy grande en cuanto a la identidad institucional.